jueves, 20 de septiembre de 2012

CUENTO.El vendedor de ilusiones.-Sandra Ávila

Estamos desayunado en el parador frente a la Plaza de Mayo acá se desayuna por dos pesos, una media luna y un cortado, hay mucho humo de cigarrillo, también es cierto que a este parador vienen muchos chantas, ¡cuidado! hoy arrancamos tarde. Ya son casi las 10:00 am, nuestros compañeros se dividieron en grupo mientras bajaban las escaleras, a esta hora seguro llegaron a la zona e trabajo. Todavía nuestra moneda sirve, el país está mal pero hay trabajo, esta empresa llego hace poco a Buenos Aires, tienen planes de expandirse en todas las provincias, hoy un peso es un dólar. Este año me toca votar, ninguno me convence demasiado pero me agrada esa idea de que se limpie el riachuelo, asique me quedo con la vieja. Nosotros hoy somos 4 luego seremos dos grupos de dos. Ellos empezaran de la avenida para el otro lado, casa por casa, negocio por negocio, trataran de lograr una venta a cada persona que se crucen en la calle, nosotros lo mismo pero de la avenida para el otro lado, tenemos que agotar la ley 
de probabilidades, ocho de cada diez personas nos dirán “que no” sólo habrá dos positivos, el no ya está, ya lo tenemos , debemos revertirlo , hay que caminar mucho cruzarse con muchas personas para lograr vender todos los productos, del otro lado de la avenida hay una plaza muy linda, hay hippies artesanos, bohemios y artistas que exponen y venden sus obras de artes, bijouterie, olor a porro, olor a sahumerio, ahí conocí una chica muy buena onda que le compre unos libros que necesitaba, espero encontrarla hoy, me encargó un reloj. Para la hora del almuerzo ya habremos hecho esas diez cuadras completos y habremos vendido el cuarto de los productos, estos relojes son fáciles de vender aunque algunos tienen una falla en las pilas, Micaela ayer vendió 50 relojes pulseras, ¡Qué culo! Se fue a la terminal del 42 y llevaba una calza negra que le rajaba el orto y se le notaba la tanga, la terminal estaba llena de tipos, en una hora vendió todo, hasta vendió los que le habían quedado de la semana pasada sin pilas a mitad de precio, se volvió más temprano a la empresa. Peores eran los destornilladores que ya no sabía quién vendérselos. Por suerte ahora estamos con mercadería nueva y, mañana llega el conteiner nuevo, lo escuche al gerente hablando con Guillermo, no saben que traen esta vez pero lo bueno es no quedarse sin mercadería porque eso si sería un problema. Esta mañana vino mucha gente a trabajar sobre todo gente joven yo voy a ver si se copan con el Speech y pueden vender algo, porque si no hoy voy en perdida.



Dibujo de Isidoro Reta Duarte http://www.isidoroilustraciones.blogspot.com.ar/

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Otro de ficción

Estoy sentada en esta silla incomoda que no es para computadora, sino una silla del comedor, es dura , es incómoda, estoy esperando que mi bandeja de entrada señale un mensaje, un mensaje pero nada, creó que nadie tiene nada que decirme, en Facebook hay escritores que hablan en códigos y no entiendo nada. Es mejor quedarse callada que decir cualquier estupidez. Tengo dos mil amigos de los cuales 105 están conectados, ninguno me dice nada, a veces encuentro conectada a María o a Miriam y le paso chistes por la ventanita del chat, chistes de gallegos , chistes que copio y pego de páginas que encuentro cuando busco en Google “tristes de gallegos ” la gente se agrede e insulta demasiado, otros, publican fotos de mujeres en pelotas y con enormes tetas operadas, a mí no me interesa ,tampoco me gusta la idea de hacer debates sobre política o religión, si , cada tanto digo que soy atea para apaciguar cualquier conflicto. Una vez un pastor de una iglesia me apoyo su mano en mi cabeza y rezo, él través de dios me iba a sanar la vista, yo pensé que él me iba a sanar así como Jesús curaba a los leprosos. Pero no paso nada y una noche de culto presencie la liberación del diablo en el cuerpo de un cristiano, los pecadores se revolcaban en el piso, parecía que tenían un ataque de epilepsia, pero ahora que lo pienso era más que eso, largaban espuma por la boca, como perros rabiosos. Yo soy atea pero cuando era pequeña mi abuela me llevaba a una iglesia evangelista cerca de su casa, donde el pastor prohibía que la mujer usara pantalón, y a los niños nos prohibían mirar a Los Simpson. A mí me parecía divertido asistir los viernes a la noche, era chica, hoy me molesta, me molesta bastante saber que le lavan el cerebro a la gente, y te sacan la poca plata que tenes, esos pastores que están fingiendo, ellos tiene escuela donde los entrenan para engañan a la gente, se llenan los bolsillos con el diezmo y después construyen esos enormes edificios, no me caen nada bien, yo que fui testigo de ancianos que caminaban sin la ayuda del bastón, los escuche hablar en lenguas de fuego atreves del espíritu santo. ¿Por qué dios sanaba a esos enfermos y no a mí? Estaban mintiendo estaban mintiendo –eso pensaba. Un dolor fuerte en el brazo izquierdo, ya sé que no es un infarto, es muscular, tome un analgésico pero nada. El dolor es insoportable pero sigo escribiendo, mientras escucho las canciones de Robert Smith sigo escribiendo, tratando de escribir algo potable, como dice mi amigo Sergio. Y cuando escucho esta banda que una de las que más me gustan recuerdo que siempre me cruzo en la calle a la mujer que se parece a Robert Smith, por el pelo, se pinta la jeta de rojo, pero es rubia, es gordita, y es graciosa, se hace un batido en el pelo y se lo fija con spray. Y pensar que en 87 cuando estuvo en la cancha de Ferro todo fue un tremendo caos, donde los de seguridad y los espectadores se enfrentaron duramente, hubo heridos,muchs quedaron afuera (Uy escribo The cure y el Word me corrige che cure, eso me da pie para hablar del Che argentino, el amigo de Fidel, pero eso será para otro libro que ya tengo empezado) Eso seguro pasa por mi cabeza por las dudas no se lo comento a nadie. Siempre tuve ese humor negro de comparar personas y decir este o aquel se parece a tal o a cual, cuando viajábamos con mi hermana en el micro tal para ir a Mataderos nos sentábamos en los asiento de atrás para hablar de la gente en voz baja. Mi esposo decía: te volves insoportable cuando haces eso, yo le digo es que no puedo evitarlo, no puedo! Y ese día que fuimos la clínica de Villa Crespo vi sentado en un barcito a un tipo que era igual igual a Charly García pero más gordito. Y mi esposo se dio vuelta enseguida porque quería verlo.

sábado, 8 de septiembre de 2012

Cuento corto.Sólo fue un sueño. Sandra Ávila

Estuve allí en el viejo bar, llegue temprano porque quería organizar mis papeles y mis carpetas. El camarero me trajo un café, y 30 minutos más tarde llegó Él. Debo confesar que nada de esto fue real, sólo fue un sueño. Llegó con un par de libros en la mano. Yo le lleve el libro que había comprado en calle 44 de la antigua librería, un libro en Inglés sobre LSD de Aldous Huxley, lo compre con seguridad pensaba que esto podría ser interesante para él, en un momento tuve la tentación y me pareció el libro para mí, pero lo pedí para regalo, sólo necesitaba saber si él estaría contento. Llego un poco tarde, pero esa tarde tuve tiempo para esperar. Se disculpó porque había perdido las llaves. Estaba bien afeitado, con el pelo mucho más corto. Estaba seguro de que la última vez que yo lo había visto había sido con un anillo de oro en su mano izquierda, pero esta vez no lo tenía. Era extraño, pero en el sueño Él y yo hablamos sólo en Inglés. Cuando me desperté me pareció un extraño sueño. Soñar con alguien que jamás había visto en mi vida, y porque estábamos hablando en Inglés? Supongo que yo lo conocía  hace tiempo .


Imágen de Isidoro Reta Duarte  http://www.isidoroilustraciones.blogspot.com.ar/

La mujer que dudaba demasiado

ENTREVISTA A SANDRA ÁVILA POR TAMARA CABRAL

Fotografía de Mechy Dinardo ¿Desde qué año eres escritor? Escribo desde muy pequeña, ya en las tareas escolares intentaba mis primeras prosa...