miércoles, 19 de noviembre de 2014

PRESENTACIÓN DE SOFOCADOS


8 de noviembre de 2014.Ranchos-Gral Paz.Prov Buenos Aires-Argentina

Fotografía de Masmédula Ediciones



Fotografía de Sandra Ávila
Con Facundo Stazi

LIBERTAD CUESTA AMOR. LUCAS DAMIÁN CORTIANA

Fotografía-Sandra Ávila

No soy un buen tipo, debo reconocerlo. Soy un hijo de perra, un malparido, un malnacido, un desagradecido bajo los astros y el sol. No soy un buen tipo, ¿qué voy a serlo, carajo? Para serlo tendría que haber amado aunque sea una o dos tormentas, esas que nadie quiere, tendría que haber abrazado alguna muerte cada noche, o besado algunas bocas caníbales que desangraran mi boca. Un buen tipo, dicen… A veces escucho voces. Por lo general sucede de madrugada, me aturden, ¡pero si vieras! ¡las lágrimas ya no caen sobre la almohada!, son otra cosa, parecen la baba de algún cancerbero cínico, una bestia que amenaza con llevarse para siempre los sueños en los que apareces para salvarme. Tu mirada se quebró aquella tarde, tu mirada de niña terrible, casi otoñal, esa mirada que me susurraba deprimida, monótona y perversamente sutil, tan linda como un cuchillo; se quebró como se quiebra un espejo, partiéndose en cientos, miles, infinitos años de mala suerte (soledad); fue un embrujo yaqui, qué duda cabe, hizo que se convirtiera en mi crucifijo, algo así como un amuleto colgando de mi pecho, brillante opacidad. O tal vez sea una estrella guiándome a praderas suicidas de fortuna esquiva, una triste religión sin dios ni diosas, ayunos eternos, ausente resurrección. Un alma mudándose de mi cuerpo, es lo que vas a encontrar cuando vuelvas. De sol a sol. Desolación. Vi cómo se apagaron aquellas constelaciones la noche que cerraste tu mesita de luz y vi cómo explotaron las novas cuando desnudaste tus pechos de sus corpiños. Las figuras zodiacales se desvanecieron y amanecieron nada más que olvidos, eso sí lo recuerdo. Los colibríes ya no partirán con tal de verte desnuda y los ángeles de la guarda abandonarán a algún pobre diablo y le pondrán una escopeta en la mano y una demencial canción en los auriculares, abandonado a la intemperie de la memoria de Dios. Será eso entonces. El pobre diablo sin su ángel. Qué idiota. Ser este mal tipo, no es sólo culpa mía.

ENTREVISTA A SANDRA ÁVILA POR TAMARA CABRAL

Fotografía de Mechy Dinardo ¿Desde qué año eres escritor? Escribo desde muy pequeña, ya en las tareas escolares intentaba mis primeras prosa...