sábado, 11 de noviembre de 2017

Prosapiantada Literatura hasta las Manos


Cultura





El pasado viernes 10 de noviembre el escritor Oscar de la Mano presentó su 4to libro: Prosapiantada, dicho  evento fue logrado gracias a La Dirección de  Cultura y Educación de Santa Rosa de Calamuchita y Ediciones Masmédula. La presentación fue en el Museo Estanislao Baños y a cargo de Gabriel Paschetta  y Jorge Belterrech acompaño con palabras muy cálidas y felicitaciones de la Secretaria de Cultura Mirta Medina. 

Fotografías Sandra Ávila 





La velada fue muy emocionante, el autor junto a Paschetta recordaron anécdotas de juventud, música y poesías. Nerio Lema tocó la guitarra e hizo unos canciones de Spinetta. Prosapiantada es un libro de micro cuentos de lo más desopilantes y jocosos. Jorge Belterrech participó y acompaño con fotografías de su autoría que ilustraron y representaron las  originales historias las mismas estuvieron exhibidas en el Museo. 




Fotografías Sandra Ávila 



Fotografías Sandra Ávila 



viernes, 3 de noviembre de 2017

Presentación de Confluencias Alas




El pasado jueves 2 de noviembre La Dirección de  Cultura y Educación de Santa Rosa de Calamuchita y Ediciones Masmédula presentaron Confluencias Alas, una Antología que reune Poesías y narrativa de escritores locales y regionales de Santa Rosa quienes integraron esta tercera edicion de Confluencias: Jorge Walter Espina; Martín Torena, Jorge Daniel Dadourian;Susana Quintana; Helvio Moroni; Clara Rosa Fernández de Sanchez; Lidia Gonzalez; Máximo Ramón Murúa;Roberto Ternavazio y Olga Agosti de Molinero.


Fotografía de Ketty Cano 





Fotografía de Silvi Tanzi


Fotografía de Marysel Rodriguez



Fotografía de Ketty Cano 



 La presentación fue en Eventos. La reina, dicho evento fue presentado por la Secretaria de Cultura Mirta Medina en el trayecto del noche hubo saxo en vivo, y lectura de los que integraron el libro, también para acompañar estuvieron exhibiendo sus obras de Arte: Silvia Tanzi; Marysel Rodruiguez, Alan Quevedo, Silvia Rincón y Helvio Moroni

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Biografía Sandra Ávila

Fotografía Marcela Tosco 



Sandra Ávila (nació en González Catán prov. de Buenos Aires, 1980) ranchera por adopción.  Comenzó a escribir cuentos y poesías a mediados del 98’. Sus primeros Cuentos Cortos se publicaron en Antologías de selecciones Nacionales e internacionales. Ha publicado en Antologías de obras inéditas Latinoamericanas de habla Hispana. En 2010 ganó el Premio Valentín. En 2010 se unió al Staff del blog español de literatura: Libros, nocturnidad y alevosía en la que publico: La vida de Juana, Tres gatillos y un disparo, y Vidas contadas en la que el ilustrador Isidoro Reta Duarte ha realizado ilustraciones para acompañar Chica exquisita y El escape, entre otros títulos.
2011, 2012 y 2013, integró parte del Taller Literario Entre comillas de S.A.D.E.CH (Sociedad Argentina de Escritores) Filial Chascomús
En 2012 salió seleccionada como finalista en el Concurso Guka, el mismo año publicó su primer libro Artesanal de 33 Cuentos cortos de ficción titulado Cuentos Urbanos, en la misma fecha público también su primer libro de poemas “Alma Desnuda”. 2013 publico su segundo libro de poemas “Limbo”, “Esto no es el fin del mundo...pero es un caos” el mismo año obtuvo 2º Mención de Honor en el Concurso de Narrativa Guka, auspiciada por la Biblioteca Nacional de Buenos Aires.
En el 2014 publica “Sofocados, acciones consecutivas”, su primer libro de relatos cortos  en Ediciones Masmédula  LP.
2016 obtuvo Mención de Honor en el Concurso Guka de Microrrelatos. Peculiaridades Marplatenses ganó el premio Mundo de Ficciones.
2015/6- Coordinó y organizo el libro Confluencias. Desde la piel del Durazno,
2016-Confluencias. Camino de letras.
2016- Publicó la novela Marysol
2017 -Confluencias. Alas. 
Actualmente reside en Córdoba. Pertenece al grupo Literario El otro lado. Colabora en diversos medios gráficos, revistas digitales y blogs. Es representante de Ediciones Masmédula en Córdoba. Estudiante de Lic. En Periodismo y nuevos medios- (UBP) Universidad Blas Pascal


lunes, 30 de octubre de 2017

PRESENTACIÓN DE CONFLUENCIAS ALAS

Me complace presentarles la portada de la nueva Antología de  escritores regionales de Santa Rosa de Calamuchita.


¡Estan todos invitados!



jueves, 26 de octubre de 2017

Puta peli por Sandra Ávila


Fotografía Sandra Ávila

Leí el libro y después me dí cuenta que el link que debía ver  era parte del parcial clickie pero el enlace estaba roto, me aparecía un nota con un emoji de "oh este enlace fue removido" o algo así. Le escribí a la profe pero no conseguí que me pasará el link.
Revolví , bueno intente buscarlo en la web de arriba abajo y nada, las páginas donde estaba la puta peli te autorizaban a verla después de cargar tus datos de la tarjeta de crédito, y página en la que estoy suscripta no la tiene. Recorde el video club alado de la pescaderia de la calle principal, recorde que haciendote socia tal vez lograba encargala y pedirla. ¿porque no sé me ocurrio desde el principio, no ? no sé...Asíque pase por el video club era jueves estaba cerrado. Pase el viernes tipo seis y estaba cerrado. Pase al día siguiente y había luz.  Hable con el pibe, me dijo que no la tenía pero podia conseguirla para la próxima semana. Pase el primer lunes del día del encargue y me dijo que pasará al día siguiente, pase el martes, el miercóles, el jueves , viernes y sábado. El lunes yo me olvide de pasar el martes me volví a olvidar el miercóles la alquile el jueves estaba cerrado asique tenía un día más  a mi favor por el mismo precio. Llegue a casa cansada asique deje  la caja con la peli ahí en mi oficina pensando en verla por la mañana del dia siguiente pero estuve ocupada y no la pude ver. Tipo 3 de la tarde decidí en dormir  una siesta, la cama estaba apacible y me llamaba, pero decidí ver la peli, mi Pc no me la leía. Intente conectar en Dvd pero le faltaba un cable, seguramentese me perdio en la mudanza del 2015 vaya Dios a saber dónde mierda ésta, tal vez este todavía en una de esas cajan que aún no abrí y amontone en el vestidor. El viernes devolví la peli. En la semana pase por la cede de mi universidad y las chicas me dijeron que llevará la peli para verla ahí. Alquile la peli el lunes y martes por la tarde por fin logre verla, tuvo sus complicaciones en una de las computadoras no la leía, en otra si , pero a  los 12 minutos se tildó y tuvimos que expulsar la puta peli para poder verla en otra compu pero que no tenia el programa para reprodurla, por suerte estas chicas  instalaron ese programa y ahí la vi sin interrupciones ni nada. Hice el parcial y devolví la peli al video Club.

Aprobé el parcial.


martes, 17 de octubre de 2017

Recuerdos Por Sandra Ávila


Cuando era pequeña las Fiestas Navideñas las pasaba en la casa de mi madre, en el terreno de atrás vivía mi abuela, y al lado mi tío Rome y en estas Fiestas eran estupendas y felices. Éramos varias familias, éramos muchos primos y había comida a rolete, nos prohibían beber sidra pero nosotros nos arreglábamos para tomar los fondos de los vasos de las tres mesas. Desde la mañana mi abuelo Felix escuchaba música en el tocadiscos, sacaba los bafles por la ventana, mientras limpiaba y lustraba sus zapatos. Nosotros nos vestiamos con lo mejor que teniamos,nos divertíamos con estrellitas y chasqui booms, en esa época los arbolitos estaban llenos de adornitos y lucecitas de colores. Después del brindis nos dábamos besos y abrazos, pero sin culpa, sin vergüenza. Comíamos pan dulce, turrones, nueces, confites de colores y delicias raras pero riquísimas, luego llegaban los vecinos de alado los del otro lado y todos los que conocíamos y lo gracioso era que cada vez que venían los vecinos a saludar: brindábamos, abríamos otra botella y seguimos brindando y así hasta las 01: 00 de la mañana. Después salíamos nosotros a saludar casa por casa y probábamos todo lo que nos invitábamos y brindábamos miles de veces y por ahí corríamos la mesa se armaba el bailongo, las fiestas eran fechas especiales y divertidas. Que recuerdos tan lindos, me acuerdo de Adriana, mis hermanos, primos pequeños y mis tíos.

Se casó mi amiga por Sandra Ávila
















Se casó mi amiga de toda la vida, esa amiga que la tuve desde la infancia y con la que compartí miles de anécdotas de risa y miles de cosas.
Cumplió el sueño que la mayoría de las chicas tienen. Tenía un vestido color crema que le quedaba dibujado y ella estaba feliz. Se casó mi amiga y viaje  a verla. Una fiesta súper fiesta. Comimos, bailamos y tomaron porque yo no tome. Los Fernet pasaban por alado mío cada cinco minutos, pero es algún yuyo del Fernet que me cae mal al hígado que me cae mal al igual que el aceto balsámico para la ensalada. y hace un efecto en mi estomago tipo bomba. Me aloje en un hotel el único hotel del pueblo. Con los demás invitados también éramos todos vecinos temporales. Un pasillo oscuro y un piso encerado me llevo hasta la habitación nro. 17. Volví de la fiesta alrededor de las seis de la mañana, lo único que deseaba era llegar y sacarme la faja que partía el cuerpo en dos; entre el cansancio y la emoción me acosté asmática, estaba demasiado cansada como para levantarme a buscarlos los puffs de mi cartela que había dejado en la otra punta de la habitación.Me acosté, enseguida me desplome. A las ocho menos cuarto desperté pensando que me había quedado dormida. Debía abandonar el hotel a las diez. Me dormí otro ratito más. Desperté y eran las ocho y treinta, me volví a dormí por quince minutos más. A las nueve me estaba duchando para luego bajar a desayunar. Los hoteles tienen esos sabores únicos de  café con leche a medida justa, es una proporción exacta de café de colador y otro tanto de leche. Me latían los pies, tenía tres corazones uno donde siempre, y otro en cada pie, la falta de costumbre debe ser y los pies de empanadas. Al mediodía nos volvimos a juntar para comer algo todos juntos.
Cuando nos despedimos nos dimos un abrazo y un te quiero.
Escribime un mensaje cuando llegues, me dijo. Y a las 21hs estaba llegando a mi casa




jueves, 5 de octubre de 2017

Semanas para Navidad por Sandra Ávila

Fotografía Sandra Ávila

Faltaban dos semanas para Navidad
Le envié un mensaje, lo  invite a pasar las Fiestas en casa, sin darle tiempo a una respuesta le seguí escribiendo, le envié siete u ocho mensajes seguidos,  le dije que lo iba a  agasajar, de lo mucho que íbamos a charlar. Actué por impulso. Minuto más tarde me arrepentí y sentí que me invadía una enorme tristeza. Me sentí la tonta más grande del mundo. Y, si, me arrepentí. Me arrepentí de haberle escrito  a mi padre tantas veces y que él a secas solo haya respondido- “¡Bueno, vemos”. No me había dado cuenta que le estaba rogando cariño ese cariño que en más de tres décadas me fue negado vaya Dios a saber porque y su figura de padre también, claro.
Recuerdo todo aquello y me siento avergonzada por el ruego de afecto. Que hoy después de más de cuatro años ya no le escribo, solo le respondo en ocasiones especiales como  felicitaciones y saludos de cumpleaños. Como será que la fecha de su cumpleaños no la sé, está entre el 30 de septiembre y el 28, todos estos años nunca, me he animado a preguntarle su fecha. Es que si pregunto queda mal cómo un hijo no recuerda la fecha de su padre, y si es errónea también queda mal. Entonces no pregunto y así con eso de no pregunto porque desconozco sus reacciones, o a ver si se disgusta y le afecta a la salud, o el esperar a estar a solas y que podamos explayarnos tranquilos nunca ocurrió, digamos que se pasaron los años volando y acá estoy, acá estoy haciendo memoria, rescatando lo instantes vividos
Cuando era chica él me preguntaba ¿me querés mucho o poquito ?a lo que yo respondía sin dudar – ¡mucho papi!
Al día de hoy no hemos sabido construir una relación,  lazo padre e hija. Entre nosotros no hay simulacro. Renuncie a todo acto futuro de ternura y afecto que pudiera haber. Y no es orgullo, deje-dejamos pasar por alto treinta y cinco años de mi-su vida. Lo real es que me canse de llorar y de sufrir por  hechos que nunca van a concretarse. Solo lo tengo en recuerdos. El es un gran zapatero y cuando lo visitaba de pequeña lo iba a ver al taller  de compostura de zapatos: una pieza de  4 por 4 llena de máquinas, cueros y millones de zapatos por entregar y otros tantos por terminar… y si hay algo impregnado en mi memoria es el olor a cuero. Abría la puerta verde de madera y lo veía de espaldas, tic tic tic tic se escuchaba como el martillo golpeaba la horma. Luego de observarlo por minutos entraba sigilosamente y tomaba un puñado del resto de polvo de cuero que se acumulaba en una de las maquinas, me gustaba esa sensación entre mis dedos. Mi papá se sentaba en un banco de madera, sostenía unos clavitos entre sus labios y entre sus rodillas sostenía un calzado que reforzaba el pegado con clavos, yo no le hablaba porque temía que al darle charla y la exigencia de tener que responderme se tragase los clavos y se que perforaran las tripas. Hoy me gustaría detener el tiempo atrás y contarle sobre mi y como me va en la escuela. En ese momento no supe qué decirle ni de qué hablarle, pero me gustaba sentarse a su lado y verlo trabajar. Qué tal si solo por un momento este anhelo se hiciese realidad, me siento a su lado y le digo: papá, ¿tomas un mate? y se lo alcanzo.


domingo, 17 de septiembre de 2017

Paralelos. Sandra Avila


La verdad es que Juan y yo somos como hermanos, ya no hay amor entre nosotros. Pero no puedo dejarlo. Todas las mañanas pienso: hoy será diferente, y es que hemos entrado en una monotonía que no hay nada que modifique esta relación. Estimulados por un canal codificado del cable en el que estamos enganchados alguna que otra vez tenemos sexo, somos dos seres primates convertidos en bestias con la única finalidad de saciar una de las funciones primarias, otras veces desbordados por el apego nos abrazamos, nos dormimos. 

Juan no aparece; es como si la tierra se lo hubiese tragado, está prófugo. La policía lo está buscando hasta debajo de las piedras, lo quieren vivo, le cabe unos cuantos años en el penal.
Intento rearmar cronológicamente la escena en mi cabeza de lo que fue el antes y el después, es un rompecabezas difícil de ejecutar. De lo que no me caben dudas es que aquella mañana fui al cajero, retiré los únicos  $400 que servirían para subsistir un tiempo más, precisamente un día más. Juan tenía planeado reunirse con sus amigos a la noche. Fue por eso que empezó la discusión. Yo había guardado la plata en el bolsillo de mi jeans. Sin éxito intentó robarme  lo que no quise darle por las buenas. Yo tengo más fuerza que él. Nosotros siempre batallábamos por plata y yo quería ir al híper a comprar un par de víveres que estaba necesitando. Y él quería ir a comprar cervezas y enfureció.
Andrea mi hermana me contó que fueron los vecinos quienes llamaron a la ambulancia pero todos sabemos que acá las ambulancias no entran ni por asomo, así que como bolsa de papa me cargaron en el Falcón directo al hospital Paroissien con la cara desfigurada, media desmayada y media drogada. De no ser por lo que ellos relatan de lo sucedido es poco lo que puedo recordar.
Estaba fuera de sí, me atacó en el piso; eso ya no es amor, Sandra, pensé. La psicóloga de la salita me está ayudando a superar esta confusa etapa. No hay nada más que poco buenos tratos, será que somos dos enfermos en un enlace tóxico.
Desperté en un cuarto de hospital. El Dr. Butti me interrogó y escribió un par de anotaciones en una planilla, “perdiste un embarazo de dieciséis semanas”, me dijo y antes de que me diera la noticia observé la expresión en su cara. Corrió un frío por todo mi cuerpo, me invadió una angustia. Nunca me di cuenta de que estaba embarazada porque mi periodo era tan perfecto como un eclipse de primavera.
Andrea me cuestiona, me pregunta sobre ese martes, sobre aquella  tarde en que dejé mi casa por enésima vez para irme a lo de mamá. Que Juan y yo discutimos no es ninguna novedad, y esa era una pelea más como otras tantas; que en definitiva no eran más que eso, discusiones, gritos y portazos.
Intento una vez más rearmar lo sucedido: llegué a la casa de mi mamá; entré directo acostarme; ingerí un par de Doxilaminas que tenía en mi mochila; ocasionalmente usaba esa droga para no escuchar a nadie, era perderme y entrar en otra sincronización, era como poner a todos en mudo y al mismo tiempo en pausa y escapar... aunque sea por un par de horas.
Entré en un sueño tan profundo que cuando desperté sentí un leve golpe de puño en mi cara, ya en el suelo Juan me voló los dientes de una trompada, entre patadas y golpes estaba remisa, sentí el gusto metálico en mi boca, al instante me vi regada en un mar de  sangre, me asusté. No pude reaccionar ni defenderme, el efecto de los estupefacientes me dejaron en un estado de total vulnerabilidad. Ahora pienso, reflexiono sobre lo ocurrido, en otra circunstancia hubiese intentado atacarlo, defenderme lo contrario: correr como otras veces.La noche que discutí con Juan me fui enojada, harta de todo. Me fui con lo puesto, sabiendo que volvería a buscar ropa, volvería porque esa era mi casa. Juan era un buen espécimen pero el alcohol le está devorando esa esencia que lo convertía en un ser especial.


lunes, 29 de mayo de 2017

Presentación de Marysol

Me complace invitarlos a la presentación de mi más reciente creación literaria. 
La cita será el jueves 15 de junio a las 19:00 hs en la Ced de Universidad Blas Pascal- Libertad 232, 1 er Piso. Sta Rosa Cta Córdoba. 

Los esperamos 

viernes, 13 de enero de 2017

El escritor del lavadero


Santa Rosa de Calamuchita -Córdoba 

En la esquina de Mendoza y Córdoba se encuentra un lavadero de autos pegado a la Shell.  Allí atiende un escritor que lava autos y hace otros servicios típicos  relacionados a vehículos, el escritor Máximo Ramón Murúa que con mucho entusiasmo hace su trabajo sino que también tiene tiempo de contarle a sus clientes que algunas de sus obras conforman una antología “Confluencias. Camino de Letras” el escritor le anexa unos poemas que hace sacar fotocopias de una librería de ahí cerca y le vende un ejemplar.  Me dice Murúa que prácticamente toda su vida se ha dedicado a vender cosas, hoy son libros en el lavadero, pero que ha sido un buen vendedor de autos, casas, herramientas entre otras cosas, así que ya saben, si andan por Santa Rosa y están necesitando lavar un auto no se sorprendan de las historias que pueda brindar este escritor porque él siempre tiene algo que contar. En los ratos libres, que son mínimos, dice que se hace tiempo para escribir las ideas, historias, anécdotas y porque no un poema, siempre le agrega algo de pimienta como dice Él, poemas de amor no, me gusta escribir con un lenguaje crudo y directo.  

ENTREVISTA A SANDRA ÁVILA POR TAMARA CABRAL

Fotografía de Mechy Dinardo ¿Desde qué año eres escritor? Escribo desde muy pequeña, ya en las tareas escolares intentaba mis primeras prosa...